El verdadero reto para las MIPYMES en el sector automotriz es certificarse

«Sin un plan estratégico claro y una evaluación profunda del perfil de la empresa, las posibilidades de fracasar aumentan al buscar integrarse de manera sostenible al sector automotriz», dijo Eugenio Marín, director general de la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC), como parte de las asesorías que brindó a la comunidad de estudiantes de la Universidad Panamericana, campus Aguascalientes.

“En el sector automotriz tienen que revisarse dos cosas: no solo se trata de impulsar a una empresa hacia la exportación, también hay que entender las condiciones reales que enfrenta”, afirmó Marín durante su participación.

El directivo recalcó que una de las mayores barreras que enfrentan las MIPYMES no es necesariamente el acceso a mercados internacionales, sino las exigencias de certificación. “Si una empresa tiene entre 5 y 15 empleados, es muy difícil que esté certificada en IATF 16949, una de las más importantes para el sector. A lo mucho tendrán un ISO, y desde ahí se puede empezar, pero hay que considerar más que el tamaño”, explicó.

Más allá de los números, Marín insistió en que el verdadero valor está en la experiencia. “Una empresa pequeña, fundada por alguien con 30 o 40 años de trayectoria en la industria automotriz, tiene un valor agregado enorme. Ese conocimiento puede marcar la diferencia”, afirmó.

También planteó que el acompañamiento debe ir orientado a construir una hoja de ruta dentro del sector: “No se trata solo de exportar. Se trata de entender en qué nicho puede insertarse una empresa, dónde hay brechas en la cadena de suministro o necesidades de sustitución de importaciones”, dijo.

El sector automotriz, uno de los más complejos del mundo por la cantidad de componentes y actores que involucra, no admite improvisaciones. Marín advirtió que una mala estrategia de exportación puede llevar a una PyME a la quiebra. “Hay que tomarlo con calma. No se trata de exportar a como dé lugar. Esa mentalidad puede poner en riesgo todo el futuro de la empresa”, subrayó.

En lugar de ello, recomendó identificar oportunidades específicas dentro del ecosistema automotriz: manufactura, logística, digitalización, entre otras. “Ser experto en todas es imposible. Pero entender dónde se puede aportar valor, ese es el punto de partida.”

Finalmente, el director de FUMEC reiteró la necesidad de que plataformas de apoyo empresarial orienten a las MIPYMES con visión estratégica. “Ayudarles a entender la demanda, a elegir el nicho adecuado, a crecer de forma ordenada. Eso es lo que puede garantizar su permanencia en el tiempo.”

La reflexión de Marín no solo pone los pies en la tierra, también abre un camino más sensato y sostenible para las pequeñas empresas que sueñan con formar parte del engranaje automotriz global.

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